NUEVA YORK, Estados Unidos.- Tras la muerte del reconocido actor Philip Seymour Hoffman, salió a la luz el deseo que dejó expreso en su testamento para repartir su fortuna estimada en 35 millones de dólares.
Según detalló el artista, quiere que su hijo mayor se críe en Nueva York, Chicago o San Francisco o que visite esas ciudades al menos dos veces al año para que se contacte con la "cultura, las artes y la arquitectura".
Su dinero quedó para quien fuera su novia, Marianne ODonell, y para el hijo mayor de la pareja, Cooper Hoffman, aunque él recién podrá disfrutar de la mitad de su herencia a los 25 años y la otra mitad pasados los 30, según informó el New York Post.
Hasta que el niño crezca, Marianne será la encargada de administrar el dinero para la educación de los tres hijos que tuvo con Hoffman.
Lo cierto es que el testamento fue redactado en 2004 cuando el actor sólo tenía un hijo. Años más tarde tuvo dos más.
En las últimas semanas, Hoffman se encontraba viviendo solo. Había abandonado el hogar familiar y pretendía volver una vez rehabilitado de su adicción a las drogas. Pero no pudo hacerlo y fue encontrado muerto por una presunta sobredosis de heroína, el pasado 2 de febrero.
Marianne vive con sus tres hijos Cooper, de 10 años, Tallulah, de 7, y Willa, de 5, en el barrio West Village de Manhattan, Nueva York.